domingo, 29 de mayo de 2011

Éramos dos...

Dispuesta a quedarse llegó. Al principio me complacía, tenía ese gustito de chimenea que se enciende cotidianamente, a ritual que subyuga, que se yo... Olía a café y a tostadas chorreando aceite de oliva por las mañanas. Y el sonido al oído de sus palabras: "te amo yeguo". ¿Cómo-uno-puede-ser-un-yeguo? Yo cabalgaba. Las sábanas enmarañadas. El lunes se quitan, se lavan, ya no se planchan. El martes ensayo, ella teclea. El miércoles damos una vuelta, la adjetivadora no para. El jueves no hago el amor, estoy extenuado. El viernes ensayo de nuevo. El fin de semana no salimos -es invierno, es el norte- hace mucho frío. En la tele los casting de "Fama", Beyoncé una y otra vez... Single Ladies... Single Ladies... "Si te ha gustado lo que has visto ¡Debes poner un anillo aquí!"
¡Oh my God! Éramos dos, ahora somos tres: la culebra -doña rutina- mi mujer, y yo.
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Ficciones neomínimas por Danik Lammá se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.