jueves, 24 de febrero de 2011

Aurora


Era un clon de la bella durmiente… Velé su letargo noche y día rogando que despertara...que volvieran a la vida los ojos de saltimbanqui y la piel de maniquí. Era demasiado joven para morir… Hasta que una madrugada, impulsó una mano para aferrarse a la mía. No hubo nada más que hacer. La abracé, y partimos hacia la luz.
 
 
 

Welsh Mountain

Durante meses mantuvieron con vida artificial a su esposa clonada -debido a una enfermedad progresiva pulmonar- hasta que, un 14 de febrero de 2003, decidieron sacrificarla. Desde entonces, el esposo odia San Valentín y sigue balando por Dolly.



Ensalada Perrault

No tengáis miedo princesa —Dijo la reina mala a la jovencita de piel tersa y clara -ofreciéndole una manzana de apariencia deliciosa- mientras la perseguía, desplazándose velozmente, montada en un bolígrafo azul. La doncella se deslizaba a saltos, escondiéndose entre las letras del libro. Temía llegar al último renglón y acabar cayendo por el precipicio. Antes de llegar a la última línea y sujetándose fuertemente al margen, la joven vociferó: —¡Alto majestad! Vos os habéis confundido ¡no soy Blancanieves! Os sugiero que permanezcáis en vuestro cuento, ya estáis cerca del final. Si saltáis a página siguiente, el lobo malvado, ¡os comerá!

Rebeca

—Es ahora cuando vuelves a nacer Rebeca—aseveró el cirujano con una mueca satisfactoria, mientras le quitaba las vendas.
Incorporándose lentamente -hecha un manojo de nervios- la muchacha bajó de la camilla y se puso de pie.
—He vuelto a nacer doctor... -Reafirmó la joven- ¡Muchas gracias!—
De la entrepierna, ya nada colgaba.


2012

—Es ahora cuando vuelves a nacer. Por favor recuerda las misivas, esta vez, no soportaré que te crucifiquen. Por lo que no olvides lo más importante: ¡A fumar a la puta calle!—


(2012 está dedicado a todos aquellos que tiemblan de frío a las puertas de los bares y/ó restaurantes para fumar. Yo fui previsora y dejé el tabaco hace un año jeje...)

Reyes Magos de Oriente

Amaneció con las manos ensangrentadas la mañana del 6 de enero. De la cama cayeron unos hilitos pegajosos. El niño corrió a despertar al padre, excitado y sorprendido. —¡Papá! ¡Papá! ¡Los Reyesssss!
—¿Vinieron? -Responde el padre todavía adormilado por la faena nocturna-
¡Sí, vinieron y me dejaron toda su magia!
—¿Y...los regalos? -Pregunta el padre, observando ya los envoltorios intactos y conduciendo al niño hacia los paquetes acomodados en la sala-
—¡Mira Mario! ¡Hay que abrir los regalos!—
No, no, papá. ¡No soy Mario, soy Spiderman!


A Mario, mi Spiderman favorito. 

Brujas

—Para practicar vudú y manipular esos fetiches humanoides, antes, deberías saber ciertas cosas— dijo -casi en un susurro- la abuela Nicomedes. Pero yo la oí y en ese preciso instante, confirmé, definitivamente, mis dotes de bruja. Fue entonces, que previo acuerdo del pago -dos cigarritos y un chupito de aguardiente por cada clase- comenzó la doctrina. A escondidas, comenzamos a reunirnos por las noches, en las que me iba desvelando teorías herméticas. Habló de la piedra filosofal, de la materia quinta esenciada, de ancestrales alquimistas… Yo atendía, presa del encantamiento de su voz aunque esperaba con ansias algún tipo de liturgia. —Ya llegará la iniciación -decía- En ceremonia de alta magia blanca— y repetía: “Luna nueva bendita, con tus cuatro cuartos crecientes, en tus idas y venidas, tráeme muchas de éstas semillas”

Anoche, mientras escribía este relato, caí en un sueño profundo, hasta que la abuela Nico, cual tromba, irrumpió en la sala:

—Nena, ¡despierta! Es viernes ¡Son las vísperas de Halloween! ¡Ya es la hora! ¡Y por favor, llámame Carmen, gurisa!... que de no haber muerto, nadie, nunca jamás, hubiese sabido que me llamaba Nicomedes—

En recuerdo de mi abuela Carmen
-que no conocí- Se bautizó a sí misma:
Carmen Cajes. A su muerte,
se supo que en verdad,
se llamaba Nicomedes Zaragoza.
No era bruja, yo sí.

Marioneta fiel

Había aceptado cumplir el rol del muñeco. El hombre ya lo había agotado todo. Maldijo a Dios y a la ciencia… Alguna vez incluso, pensó hasta en vender el alma al diablo. Y como contrapartida, también se hincó de rodillas en devota oración. Pero todo seguía igual. Cada noche, aún cansado por la faena del día, al regresar a casa, comenzaba con el extenuante ritual para transformarse. El polvo opaco era imprescindible, le ayudaba a disimular el sudor del estrés. Luego el lápiz que compró en MAC, el Powerpoint eye pencil.  “A prueba de agua. Con acabado mate. De aplicación suave. No se mueve y se mantiene durante horas”…Recordaba la voz de la vendedora, mientras dibujaba la expresión de marioneta. Y las sombras. Y las pestañas verdes del añejo carnaval… Ya era todo un experto en productos de maquillaje. No había tiempo para ver películas ni fútbol ni noticias. Tardaba el tiempo justo para meterse en la cama, donde lo recibía, llenita de amor y ternura, Dalia, su amada esposa. Y para acabar el ritual, la abrazaba y le cantaba, hasta que quedaba profundamente dormida. Al menos ahora, podía yacer junto a ella. Antes, creía que él, era el perchero de la entrada. 

Que las hay, las hay…

Había aceptado cumplir el rol del muñeco. Juan, treinta y tres años, actor. Volvía al teatro luego de su larga reclusión para recuperarse de adicciones varias, las que comenzaron con el alcohol, a los veintinueve, cuando apareció degollado en la escalera, su inseparable amigo Chueco, el perro.
Recuperado y aunque tembloroso por la emoción y los nervios, se lanzó al escenario. Un éxito. El público, a pesar del intenso maquillaje que le ocultaba por completo las facciones del rostro, vitoreaba su nombre ¡Juan! ¡Juan! vanagloriando el regreso.
Pocos días después del estreno, en ventanilla del teatro podía leerse:
“Obra suspendida por duelo”
Y en los periódicos, el titular:
“Macabro hallazgo, aparece actor muerto, clavado con alfileres”. 

Amazing

“El mañana les espera con las manos vacías…” comenzó diciendo aquella voz. Y yo, nunca -hasta hoy- lo había mencionado con nadie-
En junio de 2001 –junto con mis dos hijos- nos mudamos a la Torre I, piso once I, a un edificio nuevo en la calle once de septiembre. Siempre quise vivir en el barrio de Belgrano, no por cajetilla sino porque me atraía la conservación en la urbe, de esos viejos caserones remodelados, cuyos árboles añejos, parecían arrullarles.
Lo cierto, es que –si bien era algo muy ansiado- la sensación de armonía y felicidad que experimentamos mi hija y yo, la primera noche que nos mudamos, fue algo “sobrenatural”, al punto, de necesitar acariciar y besar las paredes.
No fue entonces hasta la primavera –a tres meses de habernos instalado- que ocurrió lo inesperado. Me tumbé sobre las baldosas del balcón-terraza con orientación oeste, solo para contemplar las primeras estrellas, que aparecían intermitentes entre las pinceladas fucsia-crepúsculo, bajo el cielo azul. Sin embargo, el espectáculo, estaba en el ángulo derecho del balcón. De la esfera tornasolada fulgurante donde podía distinguirse el Todo, el universo, lo infinito… podía también escucharse una voz: “El mañana les espera con las manos vacías… únicamente, podréis llenarlas con amor” Insondablemente emocionada, comprendí entonces de que se trataba. No solo Daneri tuvo el privilegio en su vieja casona, en mi “depto” nuevo, también se hallaba un Aleph. 
 
 
 

Rosas naturales-mujeres artificiales

Llevo quince años vendiendo flores en Cabildo y Correa. He visto muchas cosas, incluso, he escuchado infinidad de historias -pero-ninguna-como-la-del-doctor-Raimúndez-. Vivía en el edificio de cuatro plantas -justo arriba de la veterinaria Dr. Pablo- sobre Correa, en el 3º B. Pasaba todas las mañanas -como un reloj- a las ocho y treinta, pulcro, con el cabello lustroso por la gomina, traje oscuro de corte clásico, zapatos con brillo casi de nácar y con su antiguo maletín de médico rural -confeccionado a mano- de cuero, perfectamente conservado. Una vez me contó que era herencia de su abuelo. Hombre joven, de unos cuarenta y siete, lo curioso, era que siempre hablara del pasado, menos, cuando encargaba el enorme ramo de rosas rosadas -todas las semanas- para su esposa. Nunca la vi, hasta esta mañana… Raimúndez murió de un infarto en la escalera y nadie contestó en su domicilio a la llamada. Más tarde vino la policía y ahí sí, conocí a Miranda. Se la llevaron entre algunas otras pocas pertenencias, ya estaba desinflada.
 
 
 

Delicatessen

—¡Sabes que detesto la comida recalentada! —Gruñó el ingrato— lanzando el plato contra la caseta de nuestros magníficos rottweilers.
Comencé por afilar el cuchillo y acabé la noche cortando filetes. Batí huevos, piqué ajo, perejil y agregué el resto de ingredientes secretos al pan rallado, tal y cómo —otrora— me lo enseñara la abuela. Rebocé y freí. Tomé un baño, bebí mucho café y salí a vender.
Hice un buen dinerillo con las “Milanesas Wonderful”. Se corrió la voz. ¡Hasta Arguiñano llamó para pedir la receta!



Íncubo

Abandonando la duda, a la suave brisa de una noche de verano, por fin se decidió. Dejó el atisbo para colarse en la alcoba y sin preámbulos, le hizo el amor. Desde entonces, a veces, vuelve. La posee y luego, contempla el gesto de dicha que se revela en su rostro al dormir. Ese mismo, que de cuando en cuando, vislumbra el marido, también… 
Pobre ilusa, otra vez está soñando con Brad Pitt—
 
 
 

Déjà vu en mise en abîme

Salgo del mar, me embadurno de crema solar y aplico brillo protector en los labios. Uso como espejo el acero inoxidable de la marmita y en lugar de reflejar mi boca… aparece Ella, presumiendo de magnífica cabellera azabache. El uso de alheña y aceite de nuez, le mantiene el pelo oscuro, sedoso y brillante. Luce unos ojos pintados de azul, con molienda extrafina de lapislázuli y de entre la túnica de seda, extrae la faltriquera donde guarda el pigmento rojo oscuro -mezcla de escarabajos carmín aplastados con huevos de hormiga - Entonces, intenta pintar sus labios. Usa el espejo de metal bruñido y en vez de reflejar su boca, aparece la imagen de otra mujer que intenta pintarse los labios… 


Huecos

Mi sepulcro a perpetuidad, no es ese agujero por donde escarbas a diario… lentamente, con tu lengua viperina. Todo está planeado. Hasta la lágrima susceptible que se adhiere cual larva de carcoma, inaudible, a tu brazo de madera. 



Sobreviviente fugaz

Un par de piedras planas encastradas en los ojos, una diadema de flores ceñida a la cabeza y en el cuerpo, pinceladas de sándalo molido y kusumba. Así, la entregaron a los dioses. La niña blanca caída del cielo, finalmente, dejó de llorar. 



Venganza

La serpiente dijo a la mujer: "No, no moriréis. Dios sabe muy bien que cuando vosotros comáis de ese árbol, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". Y comimos. Y parimos con dolor. Pero ahora sonreímos, por fin, sin temor a las arrugas.

καθαρός [Puros]

Las almas de los que no habían sido enterrados, jamás ascendieron ni reencarnaron. Algo más de doscientas, por alguna razón misteriosa, prevalecen desde hace ocho siglos, en el silencioso frío ancestral. No por nada, perecieron calcinándose vivos en la hoguera -mientras el ejército “católico” cantaba el “Veni Creator Spiritus”- en el Monte Seguro…
 
 
 

Médium

Las almas de los que no habían sido enterrados, comenzaron a manifestarse a través del televisor, noche tras noche. No eran mis muertos, “La mamma” es algo revoltosa pero jamás irrumpe en el descanso nocturno.
Llevaba siete noches de sobresaltos -¡plaf!- una y otra vez, sobre la carcasa plástica del aparato. La percepción sin clarividencia, retarda el proceso de reconocimiento, entonces, decidí utilizar el péndulo. Me cubrí con una manta y fui a la cocina. De pie, pedí asistencia a los maestros iluminados, inspiré profundo tres veces, exhalé y realicé un ejercicio de armonización equilibrando cada uno de los chakras
-requisito imprescindible para manipular cualquier elemento de radiestesia-. Coloqué un tablero Ouija sobre la mesa y comencé:

—¿Estoy recibiendo asistencia?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
—¿Hay entidades deambulando?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
—¿Están relacionadas conmigo?— Péndulo oscilante diagonal hacia la derecha [más o menos]
—¿Puedo saber su nombre?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
 

Cuando me acomodé para indagar con el péndulo sobre el abecedario, apareció mi esposo, se detuvo en la puerta y dijo:


—Soy Luis Palacios, abatido en combate -en Asturias- el 21 de octubre de 1937. Solo deseo decir que le quiero

Dio media vuelta y volvió a la cama. Al día siguiente, no recordaba nada. Él nunca habla de su abuelo materno.
 

Los zapatos celestes

Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros, cuando menos en los conjuros. Nibia era la única y no estaba dispuesta a abandonar su máximo deseo. —No quiero perlas ni corales, tan solo deseo amor y unos zapatos de tacón— Cantaba en sus baños matinales. Y en las noches de luna llena, rodeada de blancos nenúfares, se consagraba a místicos rituales. Hasta que una mañana, el joven de los periódicos, la encontró desnuda, en la calle. Tan solo llevaba en los pies, un par de zapatos celestes. La abrigó y la montó en su bicicleta. Ella -por fin- era feliz… Había desaparecido su cola de pez.



Amor

No tenía que afeitarse la cara, María Magdalena lo amaba con barba.



Abandonado

No tenía que afeitarse la cara. Era náufrago del amor.



Imberbe

No tenía que afeitarse la cara, era demasiado joven. ¡Tenía la piel tan blanca! y en los ojos, llevaba escondidas dos esmeraldas. Lo miré, me miró. Un suspiro extinguió a la infancia y le dio vida al primer amor.



Maran

No tenía que afeitarse la cara, era Rabino.


Folklore surrealista

No tenía que afeitarse la cara, era su imagen de marca. Con cincuenta y cinco autorretratos, combatió el aburrimiento y el dolor. No fue médico como quería pero con su arte, se parió así misma: Frida Kahlo.



Marinero

No tenía que afeitarse la cara, no lo reconocería nadie, salvo Viernes.


Sorpresa

Hubiera sido terrible tener que dar explicaciones esa noche. Habíamos quedado en ir al cine, pero él, además, tenía preparada una cena íntima para sorprenderme. Inventé un dolor de muelas y pedí un taxi. No podía desilusionarle, llevaba cuatro sujetadores Wonderbra.



Primer aniversario

La cena se enfriaba en la mesa cuando llegué. El gato, deambulaba desorientado por la habitación en penumbras. Maulló cuando me vio. Tutankamon, aún sujetaba con su imán, la nota en la nevera: “¡Feliz aniversario! Yo cocino, tú emborráchame de felicidad.” Sonreí. Olía a limón y a vainilla. Todo estaba en su sitio, salvo que, Diego, brillaba por su ausencia. —¿A que olvidó el helado de pistacho?— Me asomé al balcón, alertada por las sirenas. De la ambulancia, bajaron una camilla. Entonces lo vi… doblado por la mitad.
—¡Ayuda por favor! ¡Es mi mujer!— Gritaba repetidamente, roto de pena.



Imitación

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando la encontré. La muy atrevida me miró directo a los ojos, y a mí, se me infló la vena del cuello, hasta alcanzar el grosor de una soga marinera, con la que me apetecía estrangularla. Me acerqué más… -face to face-. Un párpado me latía de manera involuntaria y fue entonces que, a pesar de las circunstancias y ante la extraordinaria réplica de mi obra, no pude menos que caer en la fascinación. Ella pintaba con trazo fuerte de color rojo. El clásico de Helena Rubistein, el preferido de mamá.


Fuga

Y agoto todos mis recursos, apelo, incluso, a las plegarias. Yo también necesito madurar. Me urge, una de estas mañanas, nada más abrir los ojos, calzar zapatos de terciopelo, salir al balcón, disfrutar de la tenue brisa que roza la cara… y sentir que por fin, algo, ha cambiado. ¡Descubrir que estoy viva! Que no puede ser posible, que la luz de tu casa aún, siga siendo mi faro. Que me perdí antes de llegar a la cima de la montaña. Que mi universo, no puede ser más estrecho que la cerradura por la que huiste… cuando te volviste, cobardemente, tan pequeño.


Sfumatto III

Una sonrisa se dibujó en su rostro, satisfactoria, cómo con cada obra que daba por concluida. Sólo que, para Leonardo, “Autorretrato” fue más fácil que “La Gioconda”. No tenía que afeitarse la cara.


Sfumatto II

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando acabó L'angelo incarnato. Inmediatamente después, comenzó a pintar La Gioconda.



miércoles, 23 de febrero de 2011

Sfumatto

Una sonrisa se dibujó en su rostro, impertinente, burlona, casi sádica, observando la imagen de bruxista que le devolvía el espejo. Cual dama florentina, se quitó todo el vello de la cara, incluyendo cejas y pestañas. Engalanó su cuerpo con ropajes oscuros, de brocato y terciopelo. Destrenzó y cepilló el cabello. Maldijo la redondez y el gran tamaño de sus manos. Matizó con ellas el color gris y pálido de su faz, maquillándose con suaves tintes rosados. Las luces y sombras del polvo volátil, resaltaron la brillantez lustrosa, eso sí, de sus ojos almendrados. Y de este modo, se sucedió el mismo ritual, durante cuatro años. Hasta que un día, llamó a Salai y descubriendo el lienzo le dijo:
—Para ti, mi pequeño diablo— La sonrisa que en estos años me has dado. Felicidad, disgusto, una pizca de miedo y algún que otro enojo, para ser sincero—



Irreversible

No dije que lo sabía. Me hice cómplice y disimulé la grave enfermedad. Opté por mentir con descaro, sin hacer balances. Sonreí a cada gesto. ¡A él le costaba tanto mirarme! Volvió a colgarse la medallita grabada -Moni te ama- y a contar chistes vulgares. Practicamos el Kamasutra, hasta debilitarnos. Conseguimos leer -juntos- ¡por fin! “EL camino de las lágrimas”. Inolvidable. Empero, el desenlace, no se hizo esperar. —Lo siento—dije— entre sollozos, sin apartar la vista de la preciosa joya de compromiso —No se trata de un catarro pasajero. Los dos sabemos… La decepción terminal, es un mal incurable—



1902

No dije que lo sabía, solo cosas intrascendentes, tales, cómo recordarle que los calcetines se llevan del mismo color que el pantalón. Que prefiero miel antes que edulcorante… Sonrió cabizbajo al habitual monólogo, silenciándolo en un abrazo prolongado. En sus ojos tristes, vi reflejado mi pelo que parecía un nido de golondrinas. Arreglé por último, el cuello blanco inmaculado de su camisa y le di un beso en la punta de la nariz. Hace cinco años hoy, que me he marchado. Jamás respondí un e-mail. Y nunca sabrá, que ese maldito día, escuché su buzón de voz. Descubrí la clave.



Delirio asteriano

La multitud de las gradas se alzó en pie con un largo ¡ohhhhhhhhhhhhhhhh! seguido por unánime silencio, ante la confusa embestida, del añojo astifino. – ¿Este el momento de cortar el rabo no? –Interrogó el toro a las autoridades, aplomado y rojo de la vergüenza, viendo venir a las vacas locas. Éstas, rompieron toriles, entraron a la palestra y lo sacaron a hombros, por la puerta grande.



Final

Me resulta curioso escuchar por sobre todo, el centrifugado de la lavadora. Mientras huyo del centro, va quitando las gotas. Dentro de este caos, intento mantenerme alerta, no quiero perder el estreno, es la película de mi vida… Soy fan de mí misma y reservé en primera fila. Se ilumina la cartelera, círculo cromático vivo, nada de sepia -esto me gusta-. Mi rostro triplicado, sopla burbujas con agua jabonosa. Todo pasa tan… rápido que no alcanzo a ver las sonrisas. Un retorcijón en el estómago, advierte la inminencia de una fuerza centrípeta. Soy arrastrada hacia un hoyo -agüita azul profundo-las flores se marchitan-. Directo a mi cabeza, vuela el zapato lila (taco-aguja-horma-cuarenta -y -dos) de la que fuera mi suegra.



Rating

Y de repente, un agujero negro que todo lo chupa… me arrastra sin que pueda hacer nada. Una potente voz viene del fondo… La reconozco y me río de los boludos -Yo no lo miro- Como cuando nadie había votado a Menem ¡Dejate de joder! — Buenas noches Américaaaa”—


Obra de arte

Hasta que decidimos volver a colgarla en la pared, discutimos, seriamente, esos cambios de lexemas en nuestros verbos irregulares «tener-tengo» «amar-amé».

— ¿Pintamos? —
— Yo le daba una lavada de cara con lejía —

Por fin, quitamos el polvo, cambiamos de lugar el revistero, compramos un mando universal y restauramos el óleo: "Convivencia". Aunque sigue pendiendo, en el mismo lugar.



Terror

Confinada a convertir paja en oro por una mentira, la muchacha, haría lo que fuera para escapar de esa horrible prisión. Entregó sus perlas y diamantes, hasta que ya nada le quedó de valor. Entonces el gnomo -que entraba y salía por el cerrojo- prometióle continuar con el hechizo, con una única condición —Me entregaréis a vuestro primer vástago— Y, desesperada, la joven aceptó.

El llanto del neonato le hizo abrir los ojos. — ¡Es un varón! — Anunció la partera a los padres adoptivos, expectantes, detrás del cristal — ¿Que nombre llevará esta saludable criatura?— 

La puérpera, primeriza de trece años, entre lágrimas y éter, balbuceó: 

—Rumpelstiltskin— y se desmayó.



 

Empastillado

Caminé kilómetros, trepé por las sábanas -maldita seda- ella dormía… Poros abiertos del rostro, sudaban gotitas de aguacate y caléndula -Hydra-Zen-Nuit-Lancôme-Crème. Trencé un mechón de su pelo rojo y me deslicé por un par, de protuberantes siliconas. Resbalé en aceite de coco y caí -en su ombligo profundo- dislocándome el codo. En el circonio del piercing, rebotaban mil destellos -reflejo del astro Rey-luz de luna-. Cegado, accidentado y sin fuerzas, caí en un sueño profundo, la amé, me sonrió y el sol nació en sus ojos. Exhausto alcancé la cerradura, escapé por milagro. No me importa, esta noche, vuelvo a ingerir Chiquitolina.



Augusto Monterroso escribió su mítica minificción

…Y Susana Giménez fue la primera en interpretarlo.



Mito

Permaneceré esperando, por los siglos de los siglos, quizás algún día, el dinosaurio de Moterroso, desaparezca de allí…


El secreto

Lo guardó en un cofre forrado de cuero, color chocolate. Cerró con la llave Anj y lo escondió en el trastero de los cobardes. Pero éste, no tardó en escaparse. Salió por la cerradura y un día cualquiera le empujó a maquillarse, a calzar los tacones y salir a la calle. En su DNI se alega el registro: Roberto Giménez, hombre. 



Primer amor

—Por el bien de mis hijos, te dejo definitivamente— dijiste —Pasaron quince años. Viviste, amaste y creciste; sólo para regresar a la hora del desengaño. Otro lustro pasamos juntos, revolcándonos, absorviéndome, asfixiándote... harto de escuchar cada mañana: —Esto tiene que acabar— Ahora vas de superada —Adiós— Y cierras la puerta. Desconoces, que me cuelo por el cerrojo de todas tus partes. No puedes olvidarme. Soy Mr. Tabaco y sobrevivo... en el vicio de tus genes.



Reminiscencia

La de los días de lluvia. La que trae ese olor a tierra mojada, a tronco de eucalipto y  a grasa derritiéndose...en la sartén de la abuela. La del aroma que se cuela -cómo un hilo-   por la ventana del vecino. Éste, a su vez se asoma y avisa: — ¡Voy poniendo a calentar agua para el mate!— Vos salís corriendo con las botas Pampero amarillas… y atravesás el patio. —Te ganaste la primera ¡y con azúcar! — exclama sonriente la abuela.
Entonces pasás la mano por el vidrio empañado, detrás de la carretera empieza la montaña, huele a carbón, y a anís -las paisanas, acá, fritan casadielles-. Tu marido llega empapado. Y te das cuenta... que estabas oliendo a nostalgia.



A buen entendedor...

¡Minificciones!



Guerrero de élite mundial, primeras filas de A Coruña-Galicia-España

Esper Matozoidiño.



Lazarillo

Desde los ojos negros de la esmirriadita ignorante y de creencias sobrenaturales, veía él la primavera. 

Hazme hermosa o mátame—  suplicole ella, a la Virgen María.

Y murió de amor... Porque el amor... no es ciego.


Mía

La observo, siempre la observo. Me acerco hasta hundirme en su pecho cuando las sístoles desafinan. No le respondo cuando me habla, mas desespero cuando llora, desgarrada, las penas. Sus ojos solo ven por los míos, que no tenga hambre ni enfermedades ni frío... Ella es diosa, diáfana y guerrera. Yo la veo como una ninfa, recostada en la cordillera de mis pupilas. Ahí viene, se acerca canturreando mi nombre: Morena, Morena... Porta un suculento plato de Royal Canin.


ALERTA NARANJA

Mañana va a llover. Tú no sabes del clima de este paraíso, donde concilian las conversaciones de paz, entre mi YO y tu olvido. Tan verde, como la esperanza que muere en cada amanecer -mate-pan con aceite-bandeja de entrada- 
Con un click cierro y prepárome a la jornada. Hoy me duele la cicatriz, enciendo la tele -ALERTA NARANJA- 
Repaso mi ensayo diario, todo lo que -no-te-voy-a-decir- cuando redimas la rabia y aparezcas vencido. Chubasquero, con el viento, no vale el paraguas. Cuando pase la tormenta, te estaré esperando, hijo mío...



Yaakov Bar-Zebdi

Al perecer, se entregó a Dios confiándole su eterno descanso. Iluso. Siglos después, sigue haciendo guardia sin reposo...
Hasta los dragones llegan a Compostela. 

Cuentos de hadas para adultos

Yo sigo buscando mi espada. Él la encontró en el Santo Grial de O'Cebreiro. Luego contó la historia pero nadie lo leyó, hasta que un misterioso Rey le dio dos piedras: Urim y Tumim. Ya voy Fátima. Y la Alquimia lo convirtió en oro.

Relativamente III-Too much

Se le aflojaron las piernas, acto seguido, se dio de bruces. No hay quien entienda a los varones Refunfuñó la silueta de la fémina de “El bosque de la tranquilidad” y volvió a su posición original.


Relativamente II

Antes que el hombre -de-la-buena-pipa- fuera capaz de reaccionar, la despampanante pelirroja del cuadro -se-puso-de-pie-.

Relativamente


Se prepara. Primero el ritual de la pipa. Curva, madera de brezo con aro metálico, ideal para tabacos tipo english mixture y flakes. Una clásica Fuil Bent de origen irlandés, muy adecuada para fumar al aire libre. Acondiciona la carga y procede al encendido, tras el cual dedica unos momentos a la reflexión y contemplación para entregarse, de pleno, al segundo ceremonial. Ella. Tan hermosa, tan hembra, se desnuda cada día ante sus ojos, arquea la espalda lentamente y se reclina sobre la hierba. El cerezo la acaricia con sus ramas, mientras las aves sigilosas le harán de centinelas…
“Ocho estacas y la hiedra me separan” -piensa- en una reflexión que se escapa del humo de su cachimba.
 
Una voz muy peculiar
quiebra el silencio:  "La tranquilidad del bosque"… apacible obra de DamasArt

Mueve el humo con ambas manos para ver con claridad. Ante él y el cuadro, el hombre, manifestándose de la nada, vuelve a hablar:
Fumar en pipa predispone a juzgar con calma y objetividad los actos humanos
Y se es-fumó…
 
 
 

Tres flores amarillas

“Para ti mi niña, tres flores amarillas” Dijo el padre; y se oscurecieron las mariposas.
A dos escalones del cielo, la joven, adolece una decisión ajena.

Cadáver exquisito

—El señor de las tinieblas anda con mal de amores. Se necesita urgentemente, sangre con sabor a chocolate— 
San Valentín.

Welcome

Se pondría el bañador de lunares y las enormes gafas negras para esperarlo salir del mar. Se recostaría en la tumbona, y en la mesita de playa, colocaría el zumo de piña helado, con una pajita en forma de sombrilla. Lo apretaría contra su pecho caliente y le devolvería el aliento con un interminable boca a boca… dejaría que la untara con aceite…  se amarían sin prisa.
Despertó sonriendo, se abrigó con su bata de lana azul y se dirigió a la cocina. Violeta no ladró, apenas la miró y agachó la cabeza. El esposo -como todos los domingos- bajó por el periódico y al regresar -en silencio- le acarició la espalda.
Con una taza enorme de café se sentó frente al ordenador y escribió en el buscador de Google: isla+caribe+solitaria+paraíso+amor. Inmediatamente pulsó en “Voy a tener suerte”.  Un zumbido y un calor intenso le subió por las sienes... Desvaneciéndose casi, sujetó el escritorio con fuerza por miedo a caerse. Abrió los ojos y aunque el sol la cegaba, entre destellos pudo leer:
“Bienvenidos a la isla: Cuidado-con-lo-que-sueñas”.



Mora

Por las noches sueña que tiene poderes, entonces traza un puente de luz sobre el mar y cual equilibrista perfecta, hacia el futuro, se desliza ilusionada. Y cuando despierta, la realidad es un camastro de paja sobre la arena, donde yace con una sola pierna. La otra, la perdió por gangrena...cuando intentó llegar a España y naufragó la patera…


Fantásticamente Real

Arturo, haciendo caso omiso a las palabras de Merlín, se casó con Ginebra, quién posteriormente lo engañó con Lanzarote, ocasionándole al rey, la peor batalla a la que se enfrentan los hombres, la cual lo debilitó hasta hallar la muerte.
Protegido por Morgana, descansa en Avalón, “dormido" hasta que los tiempos permitan su regreso al mundo de los mortales. Pero Merlín ya no puede realizar tal hechizo, pues la Dama del lago, confinó a éste a la prisión del árbol, de la que ya no puede salir.
Y colorín colorado, este cuento acaba con moraleja:
“Princesas, plebeyas o esclavas… todas las mujeres son ¡brujas!”
 
 
 

“Nuevo insecticida extra potente, combate LA MALARIA. De Laboratorios COLTAN”

Los perros clonados, observan muertos de risa.



Algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul…

No se lo que falló, algunos dicen que el collar de perlas… otros, que era añil el lazo hilvanado en el reverso de la organza… pero aquella noche, con diecisiete años y en mi vientre un vástago, a la condena del pecado, la he sentenciado yo.





Entre vidas

Es hora de elegir un vientre— 

—¿Otra vez? No quiero regresar allí, he padecido y purgado miles de frustraciones, mis óvulos fecundos se desvanecen en las probetas. ¡De luto se tiñen hasta las mariposas!—

Evolución no es sinónimo de madre y obsesión un grave síntoma de retroceso. Vuelve. Renacerás en primavera; y no debes olvidar esta vez lo importante: “En la mente del Padre-Madre, los hijos están en su hogar”— 



Guillermo

Ulteriormente de su disparo certero, aburrido, volvió a afilar la punta de su flecha y esperó impaciente por el próximo desafío… Hasta que Ella -Artrosis- lo tentó mordiendo la fruta y le impidió mover los dedos.


48 km. para empezar [fantasía autobiográfica]

–Llévame a conocer tierras lejanas – Le pedí a Centinela, mi fiel purasangre alazán.

–Mis patas son de madera–me respondió–Pero vos comenzaréis por cruzar el Río de la Plata y ya nada os detendrá–

–¿Pero adonde iré sin vos, amigo mío?–

–En principio, solo seréis la doncella que emigró de un pueblito a la gran ciudad, pero escuchando a la voz del corazón, conquistaréis el mundo, mi lady. Al reino del Norte llegaréis y yo siempre estaré a vuestro lado. Solo que ello, princesa, se halla a 10.195 km. más… –



Minificción a dúo

De tanto pensar en sí misma, decidió tragarse su egocentrismo. Y se comió su hinchadísimo y enrojecido ombligo.


Gus Suárez-Danik Lammá

Arte mágico

Lo primero que percibí, fue que la mirada de ojos oscuros, se movió para seguirme. – Debe ser un reflejo de la luz – pensé, pero más tarde, la mariposa pequeña irrumpió volando, dejando en su aleteo, un surco de un extraño polvillo dorado, cuyas partículas centelleantes, iluminaron toda la casa. Me froté los párpados, inquieta, intentando convencerme, que era el cansancio que me poseía con visiones, negándome a la fantástica idea, de que las imágenes del cuadro de DamasArt, cobrasen vida… Y sin embargo, al mismo tiempo que la luna comenzaba a girar, el rango de pulsaciones disminuía… a tal punto, que me abandoné al deleite de una experiencia sobrenatural. La brisa rebotó en mi cara y adentro del marco, se desencadenaba una tormenta que nacía de una lágrima. Los quitasoles escarlatas, apasionados, giraban sin ton ni son, mientras la mano masculina, pálida y con las uñas pintadas, tras saludar por la ventana, desapareció. Completando la quimera en éxtasis auditivo y dejando todo el protagonismo, a los acordes de un piano, inmediatamente, oí su voz…

“Me quiero curar, quiero darles un Charly de lujo”.

Y comenzó a cantar:

Hubo un tiempo en que fui hermoso…
Y fui libre de verdad…
Guardaba todos mis sueños…
En castillos de cristal………………



Alquimia II

Luego de haber encauzado a Apfel -la reencarnación de Mary Popins- Merlín dio su última clase debajo del manzano:
La fruta prohibida existe, es la que protege al gusano—


Alquimia

El nació para atraer a los humanos hacia el lado oscuro que todos guardamos, pero al crecer, decidió hacer precisamente lo contrario y se convirtió en el druida más imponente de la historia. Sabía y controlaba todos los secretos, esencialmente, el de la piedra filosofal, que convertía a todos los metales en oro. Realmente, no era otra cosa que una alegoría relativa a la alquimia Hermética, basada en el dominio de las fuerzas mentales. Por tanto, como maestro de maestros y hoy elevado por encima del plano de la vida material, trabaja inspirando a brujos buenos, los futuros protagonistas, de la próxima Era de Acuario.
Entre muchos cometidos, fue guía espiritual de una doncella confundida, que sin comprender cómo y porqué, despertaba sentada en la luna en cada fase llena, mientras unos ojos negros como escarabajos, misteriosamente la observaban… El mago le enviaba todo tipo de señales… desde destellos espectaculares en el agua, hasta orugas lumínicas en su ventana, que se regeneraban instantáneamente, en mariposas de oro que la circundaban… y nada. Pero por fin y como último artilugio, en una lluvia incesante de paraguas, mientras le repetía telepáticamente y con perseverancia: “abracadabra, que tu mente se abra…” El magnánimo hechicero, Merlín, consiguió que la joven, en un mítico instante de magia, recordara la forma milagrosa en la que se puede salir airoso de situaciones difíciles, e incluso, de cambiar la propia vida… tan solo con ¡una palabra!

Supercalifragilisticoespialidoso

Y cantando, ella… voló por encima de los tejados.

Musa

Cuando consiguió por fin, alcanzar los barrotes de su celda, descubrió que ella, la musa de su trash-metal, residía en la luna… proporcionándole vida, a sus manos muertas.


Alma

No hizo falta andar el monte para enfrentarme a la morera. La crisálida mudó a ninfa y con sus alas doradas vino a mí, como la primera señal de su amor…
Vivo atrapado en la celda del duelo por su ausencia, examinando el cielo por las noches para encontrar sus ojos infinitos y reforzar el conjuro. Cada vez que hay tormenta, corpórea, se refleja en la luna y aunque el horizonte la devora, repercute la melodía de su voz que me envuelve susurrando…

"
Cuando dos almas gemelas se cruzan, el universo conspira con millones de señales… el pasado y el futuro pierden toda importancia"
Entonces sigo aquí, con mi verdad desnuda, esperando por sus trucos celestiales, para convertirme, definitivamente en creyente y recorrer así el camino hacia mí mismo…

3 de marzo del 03

Toc-toc-toc... Ante el llamado, -subí-bajé-salté- la escalera tres veces. La observación fue -clara-precisa-contundente-. – Puedes hacerlo -bien-mal-regular- me dijeron los Reyes Magos reunidos en una mesa de tres por tres, concebida de un cristal impoluto, jamás visto o imaginado. Medité intentando liberar las obsesiones que irrigaban a mi -química-energía-física- densa todavía, porque me revoloteaban, dando tres vueltas, unas -ruidosas-alternativas-díscolas- mariposas negras y me perseguían unas cabezas -rotativas-aprensivas-repugnantes- emergentes de una tridimensional vasija gastada. No conseguí flotar, me despeñé al intento de rodear un trío de margaritas y me sostuvo entonces la mano de la -justicia-equilibrio-balance- en la que me encontré segura. "Tienes capacidad para -elegir-decidir-decretar-" Reverberó en mi cabeza al final, tumbada en un tresillo, aquella tarde de un martes 3 de marzo del 03 -invernal-oscuro-lluvioso- casi al momento en que oí el chasquido de los dedos de mi terapeuta, seguido de su voz serena… Cuando cuente tres… abrirás los ojos… te sentirás completamente liberada… tu trastorno-obsesivo-compulsivo… habrá desaparecido. Uno… dos… TRES.
  Tres trienios después recuperé mi sonrisa ja-ja-ja

¿Dónde mueren las mariposas?


"Adornan el panorama de la primavera, pero luego desparecen" me susurraste desde la otra punta de un idílico espejismo de miércoles.
Había decidido dejar las cosas así, como quedaron, vacías e inconclusas. Sin desovillar el desencanto.

DE-SEN-CAN-TO… una palabra que cobra vida cuando los hombres como vos, Edípicos y Don Juanescos, pervierten el vocabulario.
Algo ha cambiado. Y es ahora cuando se me antoja retorcerte los nervios. Desde la nube de mi purgatorio y para decir adiós, te envío  pollillas negras. Mis sueños no se rompen y no se corrompen -aunque haya abortado a tu hijo-.
¿Sabes dónde mueren las mariposas?
En el parabrisas de tu auto… 

Axioma

En el punto oscuro, finito, de mi espíritu, tan solo un trapo se ciñe al parir de míseras costumbres. Sobre la mano abstracta que balancea y adormece viles tempestades, convoco a los ángeles que sobreviven como apéndices místicos de murciélagos vagabundos, para sonreírle a la muerte. Un poco más allá, endeble, la escalera que sucumbe al caos del pensamiento de la Mente, distorsiona la imagen de una fábula incoherente.
“Como Es arriba, Es abajo, como Es abajo, Es arriba” – dijo el chamán –
Y yo... vomité un líquido verde. 


Proyección astral

Advirtiendo aún el filo de las terminales nerviosas que continúan latiéndome de manera involuntaria, asida a tu mano me voy rindiendo… Y son mis besos en alfa, ahora, los que te buscan para dibujarte una estrella… Me limita la avería de esta caricia que enreda mis brazos en el vacío del éter, mientras va menguando, tenue… el fluido del cordón de plata, extinguiéndose en la lobreguez de la noche.
Desconéctame. Vete a casa y descansa, el tiempo no pasa, nosotros pasamos por el tiempo…
Riégame los pensamientos naranjas… y permanece receptivo, ilusionado, como si hallaras un pendúculo sedoso de crisálida, porque mi alma, amor mío, buscará a la tuya, por los siglos de los siglos, eternamente…

Menú del día

Y así, nadando, convertida en esto que soy, un pez con pensamientos humanos, me decido a favorecer, quizás, la última oportunidad de existencia.
He aprendido a defenderme, a esconderme de las bocas asesinas, a no ser el alimento de quienes me saciaron cuando me creía “naturista” –Yo solo como carne de pescado-

No puedo resignarme, evolucionar es la misión de los seres vivos y para ello se necesitan estímulos, metas, desafíos…

He abierto el primer restaurante.



Lecho marino de comidas
non karma

Menú del día

ENTRADA:
Algas sin arena con salsa espuma de mar.

PRIMERO:
Cuencos de caracoles rellenos de lombrices (Criadero propio).

SEGUNDO:
Collage marino (Especialidad de la casa)
Reciclaje del tsunami. Escogemos todo lo apto para el consumo en la creación de este exquisito y excéntrico plato.

POSTRE:
Esencias de corazón humano (seleccionados) espolvoreadas con plancton.

FIN DE VELADA:
Canta el delfín-human blanco: Jacko Jackson

Formas de pago: Al entrar y al salir debe reír como lo hacían los humanos.
Condición sine qua non para ingresar:          Haber aprendido a reír a carcajadas.

VADEMÉCUM


COMUNICADO Nº 666

Se informa a los nuevos habitantes de Marambiguo que en la Base Aguasturbias, se encuentra a disposición el preparado para favorecer la mutación.

INDICACIONES:
En todos los casos que aún se conserven vestigios de piel. Estimula el crecimiento rápido de branquias y escamas. Ayuda a desarrollar la percepción de las ondas emitidas por el tiburón Famelis u otros depredadores. También como método alternativo para los estados carentes de aletas y colas ya que facilita vigor para un rápido deslizamiento en el agua.

POSOLOGÍA:
1 pócima naranja al inicio de actividades y
1 pócima azul después de cada comida.

NOTA:
Cada partida consta de una pócima negra para emergencias.

EFECTOS COLATERALES Y SECUNDARIOS:
Alucinaciones, visiones humanas, sabor a chocolate y a helado de fresa.

AVISO:
Si observa alguna de las reacciones descritas anteriormente, puede optar por la pócima negra y desintegrarse, o recordar todo lo feliz que era en la tierra cuando se sentía infeliz.
Licencia Creative Commons
Ficciones neomínimas por Danik Lammá se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.