jueves, 24 de febrero de 2011

Médium

Las almas de los que no habían sido enterrados, comenzaron a manifestarse a través del televisor, noche tras noche. No eran mis muertos, “La mamma” es algo revoltosa pero jamás irrumpe en el descanso nocturno.
Llevaba siete noches de sobresaltos -¡plaf!- una y otra vez, sobre la carcasa plástica del aparato. La percepción sin clarividencia, retarda el proceso de reconocimiento, entonces, decidí utilizar el péndulo. Me cubrí con una manta y fui a la cocina. De pie, pedí asistencia a los maestros iluminados, inspiré profundo tres veces, exhalé y realicé un ejercicio de armonización equilibrando cada uno de los chakras
-requisito imprescindible para manipular cualquier elemento de radiestesia-. Coloqué un tablero Ouija sobre la mesa y comencé:

—¿Estoy recibiendo asistencia?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
—¿Hay entidades deambulando?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
—¿Están relacionadas conmigo?— Péndulo oscilante diagonal hacia la derecha [más o menos]
—¿Puedo saber su nombre?— Péndulo oscilante vertical [SÍ]
 

Cuando me acomodé para indagar con el péndulo sobre el abecedario, apareció mi esposo, se detuvo en la puerta y dijo:


—Soy Luis Palacios, abatido en combate -en Asturias- el 21 de octubre de 1937. Solo deseo decir que le quiero

Dio media vuelta y volvió a la cama. Al día siguiente, no recordaba nada. Él nunca habla de su abuelo materno.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Ficciones neomínimas por Danik Lammá se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.